El Colegio de Corredores Inmobiliarios creó un observatorio para analizar de cerca los movimiento del sector, en un primer relevamiento concluyeron que durante los primeros cinco meses de recesión económica debido a la pandemia del coronavirus hubo un 11% de desocupación de locales comerciales, así lo explicó a Dossier Web, Juan Biella, presidente de esa institución.
El relevamiento se realizó sobre una base de 3288 locales comerciales ubicados en un cuadrante entre las calles, La Rioja y Entre Ríos a Bicentenario y Adolfo Güemes, arrojando como resultado en el macrocentro un 6% de desocupación mientras que en el macrocentro norte el 16%, haciendo un promedio del 11%.
A pesar de los números Biella asegura que Salta sigue por debajo de la media nacional y con la ventaja de ser una de las pocas provincias que ha retomado la actividad y está en condiciones de afirmar que el sector inmobiliario ha mostrado cambios en las ventas y el perfil de inversores.
En enero contaban con un promedio de 350 viviendas destinado a compras y ventas cayendo drásticamente en abril a solo nueve, sin embargo explica que después de esa abrupta caída hoy han logrado regresar a ese piso de 350 propiedades.
Uno de los factores que los ha beneficiado tiene que ver con la lenta pero constante reactivación de la obra privada, abriendo un abanico de nuevas posibilidades que esperan mejore aún con los anuncios nacionales sobre los nuevos créditos hipotecarios, que al tener un nuevo índice de actualización abre más aún el mercado.
En cuanto a la compra y venta de terrenos, propiedades y fideicomisos, Biella contó que hoy son protagonistas de un cambio en el segmento de inversores debido a que el año pasado hubo una fuerte apuesta de profesionales independientes con gran capacidad de ahorro, sin embargo la pandemia afectó directamente a ese sector. Pero el mercado terminó abriéndose hacia los pequeños ahorristas, que lo hicieron lentamente pero en dólares y que hoy se beneficiaron con las variaciones cambiarias.
“Hablamos de inversiones por debajo de los 60mil dólares pero que pudieron comprarse un terreno, una casa, un departamento y eso comenzó a mover nuevamente el mercado”, manifestó.
En cuanto a los inquilinos de viviendas el sector atraviesa una realidad diferente, la nueva Ley de Alquileres trajo cambios y la situación económica desencadenó en nuevas actualizaciones y condiciones, a pesar de que la demanda es alta hubo un salto en los precios y una pérdida de ingresos en los locatarios.
A pesar de la inestabilidad, el sector inmobiliario se muestra esperanzado en una reactivación lenta pero firme.
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