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Helé Complementos, el sueño de dos amigas que conjuga identidad y diseño

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Josefina y Mercedes se conocieron mientras estudiaban diseño de indumentaria, al graduarse decidieron que trabajarían juntas y emprenderían, hoy llevan diez años haciendo Helé Complementos, una marca de carteras y accesorios que quedan grabadas en la retina de sus seguidores.

En su taller y showroom recibieron a un equipo de Dossier Web y contaron sus inicios y nuevos proyectos. “Somos socias y amigas, cuando nos graduamos decidimos trabajar juntas y después de algunas ideas fuimos directo al diseño de marroquinería”.

En su trabajo se puede apreciar una identidad propia inspirada en Latinoamérica. “Creamos los modelos desde nuestra más profunda creatividad, las primeras colecciones fueron experimentales y después decidimos trabajar con Latinoamérica como nuestra principal fuente de inspiración”.

Mercedes y Josefina

Ambas mientras ceban unos ricos mates cuentan que durante sus estudios aprendieron telar y decidieron usar eso más el cuero y telas para darle forma a sus ideas. “Siempre quisimos usar materiales de calidad y duraderos, nuestros productos son irrompibles, tenemos clientas que aún usan carteras que confeccionamos hace nueve años”.

Su inversión inicial fueron 2000 pesos y durante dos años no vieron ninguna ganancia económica, todo se trataba de reinvertir y seguir produciendo. “Nuestra regla siempre fue tener una identidad propia, que la gente cuando vea uno de nuestros productos en la calle sepan que es Helé”.

Sobre sus productos reconocieron que el color es una de sus principales características “desde siempre usamos muchos colores en nuestras colecciones, nunca aplicamos una regla para combinar, todo fue espontáneo y creemos que eso también hace que el producto sea tan particular”.

Consultadas sobre cómo es trabajar juntas ambas coinciden que es fácil, se miran con complicidad y se ríen juntas “nos complementamos mutuamente, y eso ayudó mucho al crecimiento de nuestro emprendimiento. Somos amigas y socias, esto es como un matrimonio, convivimos muchas horas por día, viajamos juntas. Tenemos como premisa hablar siempre desde el respeto y el buen trato”.

Sobre sus inicios también recordaron que su primera colección fue de 24 carteras que vendieron en menos de un mes, y eso simplemente se convirtió en su motor para seguir. “No nos especializamos en marroquinería, en el instituto hicimos un bolso y nos quedó esa experiencia y nos lanzamos a crear”.

Sobre su producción diaria explicaron que con el tiempo lograron encontrar el balance ideal, “Antes producíamos todo el día, en un momento llegamos a hacer 70 carteras en un mes, y el trabajo lo hacemos las dos solas, si bien fue un orgullo aprendimos a encontrar el equilibrio”.

Ambas comenzaron jóvenes y sin mayores responsabilidades, eso hizo que la experiencia sea relajada, y de mucho disfrute, hoy con sus familias formadas reconocen que comenzar ahora no sería igual de fácil. “Al principio podíamos estar todo el día en el taller, hoy tenemos otro uso del tiempo”.

La pandemia las llegó a un crecimiento diferente, durante esa temporada aprendieron a valorar aún más las redes sociales y es lo que potenciaron junto a su tienda online que hoy trabaja al 100%.  

Finalmente contaron que se encuentran en una etapa de disfrute y crecimiento, adaptando sus productos a tendencias comerciales sin perder su identidad.


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