El tiempo - Tutiempo.net

La Argentina, el país de América Latina más cerrado al comercio internacional

0


Compartí esta nota

CIUDAD DE PANAMÁ.- Fue un regreso a medias; algunos presenciales y otros tantos, remotos. Lo cierto es CAF–Banco de Desarrollo de América Latina volvió a presentar su informe anual. Esta vez el tema sobre el que habla el extenso documento es la integración de la región y la importancia no solo del comercio con el mundo, sino también sobre la posibilidad de que los países de América se compren y vendan entre ellos.

Allí donde se explican las razones y los resultados, aparece un dato. La Argentina, junto con Brasil, lidera un ranking poco virtuoso: se han convertido en los países más cerrados de la región sin contar a Venezuela, que ya no revela sus datos y no forma parte de la estadística.

El Mercosur, bloque al que la diplomacia kirchnerista parece querer rodear con alambre de púa, se ha convertido en la unión de países más cerrada. Dentro de los cuatro países miembros, otra vez la Argentina “gana” cuando se compara la fluidez del comercio internacional. Vale un ejemplo. El documento presenta los costos y tiempos del comercio internacional. Para el caso de la exportación, la serie se basa en la exportación del producto con mayor ventaja comparativa hacia su socio comercial más relevante de dicho sector. En este caso, vender al exterior tiene un costo de US$200 contra casi US$800 del promedio del Mercosur. Importar, por caso, donde se toma una operación de 15 toneladas de autopartes traídas desde el socio comercial más relevante de ese sector, llega a casi US$1400 contra US$800 del Mercosur y el extremo de US$500 de Brasil.

Apenas como para darse una idea: la Alianza del Pacífico, el bloque más abierto al comercio de la región, tiene un costo de exportación y de importación de US$550 aproximadamente, y Chile, de US$350 para ambos movimientos.

Cuando se miden los tiempos, la venta al exterior argentina requiere 45 horas, un récord frente a las 55 de Brasil y las 80 del promedio del Mercosur. La importación es otra cosa. Quien quiera traer aquellas 15 toneladas de autopartes deberá invertir unas 225 horas frente a las 50 del resto de los miembros del bloque.

La región, en sí, tiene problemas propios y comunes. Mientras varios bloques aumentaron su comercio interregional, América Latina se mantiene desde hace años en 15% del total de lo que compra y vende al mundo. Además, la región desde los años ochenta que se mantiene en el rango de entre 4 y 5% de las exportaciones globales de bienes y servicios. México representa un punto porcentual de ese número. Lo esbozó, al inicio de la conferencia, el nuevo presidente de CAF, el colombiano, Sergio Díaz-Granados. “Tenemos un gran desafío que es la integración. Solo con ella podemos ayudar a resolver los problemas. Es verdad que con el Covid hemos tenido un retroceso de 15 años, pero ya estábamos mal antes de 2019. Es necesario avanzar en la integración física y, sobre todo, en la integración energética”, dijo número uno del banco.

“Hay un relativo estancamiento de la inserción internacional de América Latina, que no se modifica en forma significativa cuando se la evalúa en términos del cociente entre exportaciones y el producto bruto interno. El promedio de la región sube en forma moderada durante los más de 30 años transcurridos entre 1980/84 y 2015/18, aunque los resultados muestran mucha heterogeneidad entre países”, dice el trabajo de 334 páginas de CAF.

Aparecen entonces casos muy disímiles. “En América del Sur se destacan casos como Paraguay, que casi triplica su nivel de exportaciones respecto al PBI, que pasó de 13 a 35%. Otros países que eran inicialmente más abiertos, como Chile y Uruguay, también subieron en su inserción internacional, aunque mucho más moderadamente. La Argentina eleva su relación de exportaciones a producto, pero aún mantiene niveles muy bajos al final del período, al igual que Brasil”, enumera. ¿Qué significa? El comercio total de la Argentina, entre importaciones y exportaciones, es de 28% del producto bruto interno, mientras que el de Brasil es de 27%. Para el caso de Uruguay, ese indicador es de 48%; Perú, 47%; Paraguay, 70%; Chile, 57% y México 77%.

“Definitivamente no -dijo el economista Pablo Sanguinetti, vicepresidente de Conocimiento de CAF, cuando se lo consultó si es posible crecer con una economía cerrada-. La experiencia internacional indica que no. Básicamente, para aumentar la productividad es necesario especializarse, es decir, traer bienes importados para convertirlos en otros. No se puede producir todo, ya que uno no puede hacer muy pocas cosas de varios productos, porque al hacer poco, no es posible especializarse. El comercio da la posibilidad de especializarse”, agregó.

Sanguinetti también puso la lupa en el bloque. “Había empezado muy bien, con un comercio interno que legó al 30%. Pero ahora está muy bajo, no va a llegar a 12%. Es verdad que ganó prominencia la venta de commodities a grandes compradores como China, pero también es cierto que hay una agenda interna como regulaciones que faciliten el comercio que es muy importante. Si se lo compara con la Alianza del Pacífico, se ha quedado bastante atrás.”

Hubo tiempo para escuchar al vicepresidente de la CAF, el argentino Christian Asinelli, el único que saludó a “todos y todas”. Luego de los agradecimientos y de resumir lo que había pasado. Citó 5 veces al Papa Francisco. Esbozó algunos conceptos, siempre cercanos a Bergoglio. Dijo que el Papa pide a sus obispos que tengan olor a oveja, que estén con su gente, y que eso es lo que deben hacer los funcionarios. Y finalmente se despachó: “El todo es superior a la parte”. Lo dijo en referencia a la integración. Atrás quedó el trabajo académico lleno de datos empíricos y estadísticos de una América Latina llena de desafíos, mucho más allá de lo que pueda decir el Papa.

Por: Diego Cabot
Fuente: La Nación


Comments are closed.